Hace bastantes años, cuando los cuarteles militares aún estaban en el centro de las ciudades, los soldados que hacían guardia a sus puertas rivalizaban con los obreros en piropear a las señoras y señoritas que pasaran por delante de ellos.
Me contaron como cierto que uno de estos centinelas, al pasar ante la puerta principal del cuartel una agraciada joven le dirigió la siguiente expresión: "Ábrete de piernas, negra, que te voy a meter el plátano". La joven quedó estupefacta ante aquella frase, pero su estupefacción dejó paso a un enfado monumental. No fue lo malo para el soldadico que la joven reaccionara airadamente, sino que fuese la hija del coronel del acuartelamiento. En su iracundia, la señorita acudió con el chivatazo a su señor padre, quien reaccionó todavía más coléricamente que su hija, puso bajo arresto al soldado y le quiso llevar ante un consejo de guerra.
Por suerte para el lenguaraz centinela, el fiscal togado encargado de instruir la causa, no vio motivo suficiente para formarle un consejo de guerra y la cosa quedó en quince días de calabozo, según decían los considerandos de la sentencia "por lenguaje soez y tabernario, impropio de un soldado del Ejército español, otrosí que la expresión "Ábrete de piernas, negra, que te voy a meter el plátano", es inadecuada e inexacta, ya que no es preciso adoptar la referida postura para ingerir el susodicho fruto". (sic)
Me contaron como cierto que uno de estos centinelas, al pasar ante la puerta principal del cuartel una agraciada joven le dirigió la siguiente expresión: "Ábrete de piernas, negra, que te voy a meter el plátano". La joven quedó estupefacta ante aquella frase, pero su estupefacción dejó paso a un enfado monumental. No fue lo malo para el soldadico que la joven reaccionara airadamente, sino que fuese la hija del coronel del acuartelamiento. En su iracundia, la señorita acudió con el chivatazo a su señor padre, quien reaccionó todavía más coléricamente que su hija, puso bajo arresto al soldado y le quiso llevar ante un consejo de guerra.
Por suerte para el lenguaraz centinela, el fiscal togado encargado de instruir la causa, no vio motivo suficiente para formarle un consejo de guerra y la cosa quedó en quince días de calabozo, según decían los considerandos de la sentencia "por lenguaje soez y tabernario, impropio de un soldado del Ejército español, otrosí que la expresión "Ábrete de piernas, negra, que te voy a meter el plátano", es inadecuada e inexacta, ya que no es preciso adoptar la referida postura para ingerir el susodicho fruto". (sic)
1 comentario:
¡Sí es que el Derecho es el camino de la Justicia..!
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