El alba de tu vida
se fue quedando oscuramente mudo,
nada luz ni cristal.
Soledad creciente, desmesurada y ciega.
Todo nada.
La conciencia profunda, sin imágenes,
del más profundo sueño,
en la ausencia deviene visible,
en cada brecha de la existencia.
El abismo de la nada atravesado.
martes, enero 03, 2006
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