miércoles, octubre 19, 2005

Rostro celeste

Ah, pobre Yorick, nuevamente esperando. Desde tu mirada vacía me observas. Empiezo con la memoria del mar bajo la lengua. No hay nada en el horizonte, sino estancias hechizadas por la niebla.Tiembla una carnívora luz de muerte que envuelve en el celofán del miedo la techumbre de su carne vulnerada.Pobre Yorick, nuevamente esperando una mano y una voz. Mañana quizá estaré contigo. O quizá no.