miércoles, mayo 14, 2014

Ayudas a la cultura

En estos tiempos que corren vemos que no hay creación cultural que no aspire a beneficiarse de ayudas o subvenciones. Pero vamos a comprobar otro tipo de subsidios que se otorgaban en el siglo XVII para ayudar a la cultura y a la diversión del pueblo:
       "En la villa de Madrid, a 23 días del mes de Noviembre de 1698, el Sr. D. Francisco de Vargas y Lezama, caballero del Orden de Calatrava, del Consejo y Contaduría mayor de Hacienda de S. M., Corregidor de esta villa, dijo: Que por cuanto Carlos Vallejo y Juan de Cárdenas, autores de comedias, no representan comedias proporcionadas*, por esta causa asiste poca gente a verlas, de que resulta gran perjuicio, así a los hospitales de esta corte, por estar agregado a ellos el producto del arrendamiento de los Corrales de comedias, como a los interesados en las sisas de sexta parte, mediante lo cual Su Señoría mandó se notifique a los dichos Carlos Vallejo y Juan de Cárdenas representen comedias proporcionadas y en la conformidad que están obligados, y de calidad que no se experimenten grandes inconvenientes, y que el pueblo logre buenos festejos como conviene, con apercibimiento que no lo ejecutando así se les sacarán, a cada uno de los dichos Carlos Vallejo y Juan de Cárdenas, 500 ducados, además de que se pasará a lo que hubiera lugar en derecho, y lo señaló Su Señoría. -Vargas- Ante mí, Miguel Thoribio".
Así que, si la comedia no gustaba, multa al canto. ¿Qué sucedería hoy si tal se hiciera? Me entra risa floja.

*Proporcionado: Vale también regular, competente o apto para lo que es menester (Diccionario de Autoridades).

domingo, abril 20, 2014

Que muero porque no muero




Santa Teresa de Jesús. Poesías. Edición de M. Rivadeneyra. Madrid. 1861.

miércoles, abril 09, 2014

Bajo las nubes

Se asemeja al gris monótono del invierno. Como ese tiempo en el que nunca pasa nada, en el que nada está por ocurrir, como ese tiempo que ya a nadie aguarda. Creemos que nos alejamos y, sin embargo, permanecemos en el mismo sitio, junto al árbol de hojas ausentes que repiten una y otra vez al arrullo del viento: "No hay camino de vuelta, no hay camino de vuelta". Recordamos el instante de soledad que se parece a una tarde de un domingo cualquiera que se acaba. Aguardamos no se sabe bien qué, pero seguro que era algo que ya habíamos vivido. Por culpa del ayer y del mañana no puede perderse el ahora, no olvides que estamos bajo las nubes.

lunes, marzo 31, 2014

Dos cuerpos




Dos cuerpos. Octavio Paz, México D.F. 31 de marzo de 1914- México D.F. 19 de abril de 1998

viernes, marzo 28, 2014

Corazón de membrillo

Caigamos en la noche
de las tentaciones,
enrédate en el abrazo oscuro,
enrédame en las raíces 
del deseo inconcreto,
guísame a fuego lento
para saborearme
en el manjar de la eternidad. 

sábado, marzo 22, 2014

Las canciones en francés

Aquel amigo descubrió que le gustaba un fragmento de la canción de Alberto Cortez titulada No soy de aquí cuando decía que le encantaban "las canciones en francés". Aquel amigo también descubrió con muchos años de retraso (que es como se descubren las ideas, las teorías y las vanguardias aquí en España, donde algunos acaban de descubrir mayo del 68 pero no que Fidel Castro ya no está en Sierra Maestra ni que cayó el muro de Berlín) la nouvelle vague, que nos encandiló a todos hasta hacernos inseparables de Antoine Doinel o Truffaut, y Chabrol, y Rohmer. Un cine que rompía con la tradición tan literaria de la filmografía francesa, que adelantaba al neorrealismo italiano pero rindiéndose a Howard Hawks, John Ford o Alfred Hitchcock. "Si el escritor escribe con una pluma o un bolígrafo, el director escribe con la cámara", decía Alexandre Astruc desde Cahiers du cinèma.
Aquel amigo llamaba a Brigitte Bardot "animalito erótico" sin malicia; menos mal que eran otros tiempos menos políticamente correctos porque hoy le hubieran atizado por todos los lados.
Aquel amigo me comentaba que la película de Lelouch Un hombre y una mujer había envejecido muchísimo al volverla a ver veinticinco años más tarde. Yo le dije que si no seríamos nosotros los que habíamos envejecido.
Con aquel amigo perdí el contacto hace mucho tiempo. Los caminos de la vida, las distancias y esas cosas nos llevaron por diferentes derroteros y tenemos muchos años de no saber el uno del otro. 
Hoy le he recordado con el mismo cariño de antaño, seguramente idéntico al que él me regala esté donde esté. Y, aunque no la escuche -ni lea estas letras- nunca, me apetece dedicarle una canción en francés. Y de Brigitte Bardot.


lunes, marzo 10, 2014

El rey absoluto

Todo el mundo sabe que Fernando VII era un cenutrio esférico (por todos los lados), pero lo que quizá algunos ignoren es que cuando contrajo matrimonio con doña María Cristina de Borbón, en el programa de Festejos Reales que se celebraron con motivo del enlace regio, se decidió que en el madrileño teatro del Príncipe se cantara una ópera con el fin de halagar a la joven esposa, que era italiana y en Italia son muy amantes del bel canto.
 Pero a Fernando VII, de espíritu poco cultivado al parecer, no le gustaba nada la ópera y sí -entre otras muchas cosas que no vienen al caso- los sainetes de don Ramón de la Cruz. El primer acto de la ópera pudo soportarlo a durísimas penas; pero el aburrimiento y el fastidio eran tan grandes que, en las primeras escenas del acto segundo, ordenó que se suspendiera la ópera y que, en su lugar, se representaran los célebres sainetes La casa de Tócame Roque y El sutil tramposo.
Era la voluntad real y así se hizo, improvisándolo todo deprisa y corriendo. La joven italiana empezó a hacerse una idea de con quién se había casado.