martes, mayo 20, 2008

De la bohemia

El cómico Luis Manzano, que cumplió varias temporadas de éxito en el Teatro Apolo allá por los años veinte, se encuentra actuando en Málaga con un sueldo exiguo. Y apenas tiene para lo más preciso.
Ante esta delicada situación económica, reunido consigo mismo en junta general, decide por unanimidad no abonar un céntimo a la patrona en cuya casa se hospeda. Un día la patrona que, aunque sea la excepción, era una infeliz, pregunta muy intrigada a uno de sus huéspedes:
-¿Sabe usted lo que quiere decir "bohemio"?
-Naturalmente. ¿Por qué me lo pregunta usted?
-Porque el señor Manzano me ha dicho que él no paga porque es "bohemio".

domingo, mayo 18, 2008

Eros dormido



-Mira. Ahí abajo van a sentarse los espectadores para que les hables, para que les mires sin verlos. Han dejado sus casas para venir a vernos. Han abandonado durante unas horas muebles y objetos que llevan impregnado el olor de una vida para que les distraigamos con una mentira.

-¿Acaso no puede ser igualmente una mentira que se llame trabajo, deber, ambición, amor, familia?

-Claro que sí. Por eso mismo vienen a participar en una mentira que saben que lo es.

-Nuestro trabajo, nuestra propia mentira.

-Eros tiene mucha fuerza.

-¿Eros?

-No me refiero a la sensualidad, que sólo es una manifestación de Eros. Es la creación, la corriente profunda y embriagadora que impregna a una persona cuando se encuentra con Eros. La labor creadora, las artes, la convivencia, todo está saturado de Eros. Y donde él no se manifiesta, la gente se vuelve sorda e inerte.

-El objetivo es la perfección. Y a ella hay que subordinarlo todo, todas las experiencias, incluso la vida.

-Sí. Vas a descubrir el horror de ser actor, de ser artista. Y estarás obligado a estar consciente de lo que eres siempre. El gran momento del artista está precedido por miles de momentos grises. Y cuando llega ese momento, debe permanecer lúcido y sereno. El artista se acostumbra a vivir durante su vida en perpetuo concubinato con el arte.

-Es difícil de soportar tanta pasión.

-O dejar que Eros duerma.

jueves, mayo 15, 2008

Vanidoso

Caminaba esta misma mañana, conectado a mi iPod tranquilamente, cuando advertí que las personas con las que me cruzaba me miraban. Me miraban de un modo raro. Repasé discretamente mi atuendo, y todo aparentaba estar cerrado y en orden. No me sentía excepcionalmente atractivo como para ser objeto de tanto miramiento. Sonreí vanidoso. Quizá me estaban confundiendo con George Clooney. ¡Quita, quita! Si yo soy mucho más guapo que ese Clooney, dónde va a parar. Vanidoso. Así caminé por toda la avenida hasta que hube de detenerme en un paso de peatones. Henchido y vanidoso. Al momento sentí una presencia a mi lado, un bulto cercano a mi estatura. Displicentemente miré de reojo sintiendo en mi las miradas de dos chicas que esperaban enfrente a que se abriese el semáforo. Amplié el reojo y vi un travestí a mi lado. Alto, tetudo, de larga melena, piel de color favela y rostro sin afeitar. La vanidad se hizo añicos, mientras yo cruzaba el paso de peatones a buena velocidad y sin recibir ya mirada alguna de nadie. Advertiré a "alguno" que intente sugerir la pregunta de "a quién miraba el travestí", que no me miraba a mi, seguro. Caminé aprisa y huérfano de vanidad el resto de mi trayecto, sin que nadie se fijara en mi. Menos mal que me encontré con mi amiga Mariví que me saludó con un "Buenos días, guapoo", que restañó mi malherida vanidad. Qué absurdamente vanidosos somos los cómicos.

martes, mayo 13, 2008

Martes 13 de mayo



powered by ODEO
Pedro Muñoz Seca. La venganza de Don Mendo. Jornada Segunda (fragmento)