Año 1916. Estreno de Las pecadoras, en Zaragoza, con asistencia de sus autores, Torres del Álamo y Asenjo. La prensa de la derecha ha lanzado una campaña en contra de la comedia, hasta el punto que el señor gobernador civil llama a los autores a su despacho. Le demuestran que no hay nada inmoral en la obra, y prueba de ello es que en Madrid lleva buen número de de representaciones sin que a nadie se le hubiera ocurrido prohibirla.
El gobernador, muy fino y suave, suplicó a la empresa que pusiera una nota advirtiendo al público de que la comedia era un poco atrevida. Así se hizo y, la nota gubernativa por un lado y la campaña de prensa por otro, contribuyeron a que se agotaran las localidades cuarenta y ocho horas antes de su estreno.
Están los autores en la contaduría del teatro la noche anterior al estreno comentando todo esto con la empresa, cuando se presenta un caballero de aspecto grave y severo, que pide una butaca, a ser posible, de orquesta.
Le venden la localidad solicitada y aquel señor, sin abandonar un momento su gravedad, pregunta:
-Dígame, ¿en qué acto se quedan en cueros las artistas?
4 comentarios:
¡M'as dao, macho!. Cuanta gente se queda, ante cualquier expresión artística, sólo con el recuerdo de los "muslazos" de la bailarina, las "tetorras" de la cantante o el tamaño de "los colgajos" del David de Michelangelo Buonarroti..
Y es que no puede haber equilibrio personal en quien no está gozao.
¡Qué no, qué no y qué no!. ¡Y, además, es imposible!.
Como penitencia, me voy a la cama sin cenar...
Si es que hacen más las ganas y la imaginación.
(¿Estás a dieta, Turu?)
Besos a los dos
Oye y al final... ¿en q acto se quedaban en bolas? jajajaja ;).
Ya me dijo a mi alguien q el mejor desprecio es no hacer aprecio..
(Tha, ¿este hombre a dieta? no me lo puedo creer!, si además con tanto gimnasio deben estar los dos macizorros!)
Besazos, Chafarderillo!!
Es que no hay mejor abono para la rumorología que la líbido. Más recientemente había gente que aseguraba haber visto la famosa escena de zoofilia presenciada involuntariamente por Ricky Martin en el programa de la tele "Sorpresa, sorpresa".
Quería felicitar al autor del blog por recuperar el nombre del "Chafardero Indomable", ese periódico de ficción tan memorable.
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