lunes, enero 04, 2010

Propósitos de Año Nuevo

Una amiga mía considera que el año comienza con la retransmisión televisiva del Concierto de Año Nuevo desde Viena. Y se calza ante el televisor palmoteando alegremente la marcha Radetzky junto a los vieneses de la Musikverein. Imagino que es un acto de rebeldía para decidir que el año empieza cuando a ella le da la gana y no cuando lo marca el reloj de la Puerta del Sol. El tiempo es relativo, faltaría más. Y cada día primero de enero recibo un mensaje suyo en el teléfono móvil a las 13:30 horas, más o menos: "Ahora, sí. ¡Feliz Año Nuevo!".
En ese momento recuerdo al padre M. que era mi profesor de Filosofía en Sexto de Bachiller (y un hombre bueno) preguntándonos en clase qué era el tiempo. Y los listos de la clase -obviamente no me encontraba entre ellos- respondiendo: "El tiempo es la magnitud física que permite medir la duración o separación de las cosas sujetas a cambio". El padre M. negaba con la cabeza y hacía un gesto para que contestara el siguiente: "El tiempo es el orden de las cosas que no son simultáneas". Y el jesuita volvía a negar y señalar al siguiente: "El tiempo es una realidad absoluta, homogénea, inmutable, autodeterminada e infinita que fluye y se mueve de forma unidimensional en una sola dirección". El padre M. negó una vez más con la cabeza ante la exasperación de los listos de la clase que habían respondido correctamente lo que ponía en el libro de texto.
-El tiempo es una línea recta -dijo, al fin.
Y, cada 1 de enero, cuando mi amiga me felicita el año nuevo a las dos del mediodía yo recuerdo esa línea recta que tan atinadamente nos señaló el bueno del padre M. en la que se van sucediendo los episodios de la vida. También los que no. Porque mi amiga aprovecha el concierto televisado para hacer sus propósitos de Año Nuevo, que suelen ser dejar de fumar, aprender inglés, ir al gimnasio, perder unos kilos de peso... Y sistemáticamente, desde hace años, los incumple sin el menor atisbo de remordimiento. Sigue fumando, el inglés es un idioma muy raro, los gimnasios están llenos de gente con demasiados buenos propósitos, y, ¿cómo va a perder ni un gramo mientras sigan existiendo los bombones y el chocolate?
Hay muchas personas que hacen propósitos de Año Nuevo. Pero yo no los he hecho en mi vida. Y me siento doblemente marginal, uno, por no hacerlos. Y, dos, por no poder incumplirlos.
¿Qué se siente al hacer un propósito? ¿Qué se siente al incumplirlo? ¿Alguien podría ilustrarme?
Ah, por cierto, ¡¡Feliz Año Nuevo!! (aunque estemos a 4 de enero).

12 comentarios:

Turulato dijo...

¡Me deja usted con la boca abierta!. Ahora entiendo eso del código de barras en la piel del que hablan las mujeres. Debe de ser cosa del tiempo...

Silvia dijo...

¡Feliz Año!.
Lo de los propósitos es una enfermedad transitoria, creo que provocada por una especie de intoxicación alimenticia relacionada con las uvas. En cuánto uno se cura, se olvida del propósito. Yo tengo una cepa resistente de la enfermedad, porque me dió por dejar de fumar hace años y ahí sigo, sin darle al fumeque (bueno, de vez en cuando, una shisha cae)
Es curioso, también suele darse algo similar a principio de curso, cuando dices que vas a estudiar todos los días, llevándolo todo al día.

MABANA dijo...

Hacer propósitos??, varios al año, en mi caso no me espero a que sea fin de año para hacer la lista...solo que, algunos llegan a su término y otros, pues se olvidan con el tiempo...

Creo que es esto de acuerdo con el interés de cumplirlos desde un principio...como cuando digo...prometo que faltan 85 dias, es xq se que faltan 85, que estoy segura seran ...digo no??

En fin todo depende del de Arribita (como todo en esta maravillosa vida) para que cuando tu tienes un proposito no te ponga piedra y media para no hacerlo cumplir...o te ponga todo planito para que ni sudes para cumplirlo, a que si...

bssf

Anónimo dijo...

El tiempo...
Yo siempre he pensado que el tiempo es un placebo para el desamor. Porque, como dice Búnbury: "El tiempo todo lo cura, cuando no importa ya".

Por otra parte están los propósitos. Yo debo ser la excepción que confirma la regla, porque los hago y los cumplo (aún me faltan algunos, pero estoy en ello). De momento hace ya 8 eneros que dejé de fumar...
:-)

Feliz año recién estrenado.

La fatica

Anónimo dijo...

Se me olvidaba, a ver si te traen muchas cosas los reyes majos.
A mí ya no me traen ni carbón. Con lo que me gustaba presumir de haber sido mala...jo.

Besicosssssssssssssss.

La misma fatica de antes.

Unknown dijo...

"Propósito de la enmineda", decir los pecadoa al confesor y cumplir la penitencia. Amen".

¡Menos mal que tenemos el consuelo de los buenos propósitos para consolarnos cuando baja la autoestima!

Y luego.... vienen los despropósitos que vamos acumulando a lo largo del año. Y eso...

lola dijo...

Hola Oshidori, antes que nada: Feliz Año Nuevo, yo normalmente no hago propósitos, sin embargo cuando los he hecho si los he cumplido, solo ha quedado alguno sin cumplir, por lo difícil de su empresa.

Mientras tanto te deseo mucha paz, mucho amor, salud y felicidad para ti y tus seres queridos.

Abrazos

Anónimo dijo...

Hola Luis!

Felíz Año y ojala todos tus deseos se puedan hacer realidades.

Una amiga que siempre te tiene en el pensamiento.

MalditosTacones dijo...

Yo sólo tengo un propósito cada uno de Enero y es llegar al uno de Enero siguiente.
Hasta la presente lo voy consiguiendo.

Salud y, a pesar de estar a mitad de mes: Feliz Año Nuevo.

Elchiado dijo...

Vaya, la verdad es que me encontré con este blog de pura cusualidad... y fue una de las causas que me animó a crearme uno; bonito uso de la palabra, ¿o debería decir indomable uso...? Ja ja, de cualquier modo, creo que usted debe ser de esos que enamora con sus letras a mujeres de ojos fatales, y bueno, yo no es que esté enamorado, pero me encantaría poder seguir leyendo tantas cosas hermosas, un saludo.

Elchiado dijo...

Por cierto, no tengo el perfil activado, pero la dirección del blog es esta, por si sientes curiosidad:
http://elchiado.blogspot.com Me despido, espero leerte pronto.

Elchiado dijo...

Qué gracia, ha sido una auténtica y grata sorpresa encontrarme con un comentario de Oshidori entre mis "papeles". Bueno, realmente es cierto que me encantaría volver a tener noticias desde el Chafardero, es genial, de veras. Hasta pronto, entonces y agradecido doblemente: por la visita y por la inspiración