No ha mucho tiempo que platicaba con Turulato sobre algo que nos preocupaba a ambos. "¿Cómo se pinta en un cuadro la desesperación?" -me decía a propósito de la actitud de un personaje que vive enfrente de su casa. El hombre en cuestión acostumbra a ser presa de comportamientos que podrían ser tildados de estrafalarios si no fuera porque llevan a cuestas una grandísima carga de amargura. ¿Cómo describir la amargura? Ninguno de los dos sabíamos cómo hacerlo. Angustias, desesperanzas, aflicciones nos rodean y, aunque sepamos adivinarlas, observarlas o percibirlas no somos capaces de escribirlas, y describirlas.
Seguramente sólo puede hacerlo quien alcance un grado de indiferencia que permita observar sin la distracción de los sentimientos. Pero, ¿cómo no sentir?
4 comentarios:
Pues en el cuadro Ël grito ¨,creo que se ve bien clara !!
Mer.
No sé que responder. Tanto para crear con la paleta cromática, e incluso a simple carboncillo, la imagen de la desesperación, como para pintarla con la palabra sobre el papel, creo..., imagino ..., que hay que ponerse a ello y sentir si sale.
Hace poco el Chafardero y Kalia dialogaban sobre como un actor crea un personaje y logra transmitir su realidad. Posiblemente sea algo parecido.
Personalmente, escribo de lo que he sentido. No se transmitir de otra manera.
El Grito o mejor los Gritos, pues son varios casi idénticos, lo siente cada uno a su manera, como toda obra de arte. Que no hay mayor pecado que uniformar el alma ajena. Dicho esto, para mí no es la imagen de la amargura, sino más bien de la impotencia, de la desesperación.
Aunque bien pensado, ¿no es amarga la impotencia desesperada?
Imposible no sentir...
Besicos, cheposín.
;-)
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