Una actriz de la Comèdie Française se muestra muy disgustada por las envidias y los chismes de algunas de sus compañeras que, dice, le hacen la vida imposible.
Lucien Guitry, el insigne actor, amigo de la enojada comedianta, intenta consolarla pero ella, nerviosa y exaltada, rechaza su ayuda:
-Es inútil, querido Lucien. Yo no puedo respirar en este ambiente. ¡Aquí no hay más que murmuraciones y calumnias!
-Creo que exageras. ¡Calumniar en el teatro! ¿Cuándo? ¿Quién? ¿A quién?
-¡Siempre! ¡Todos! ¡A todos!
-Vamos, vamos -insiste, bondadoso, el actor- no digas simplezas. En teatro se inventa contra cualquier compañero una calumnia, y hace ya lo menos dos años que es verdad.
Lucien Guitry, el insigne actor, amigo de la enojada comedianta, intenta consolarla pero ella, nerviosa y exaltada, rechaza su ayuda:
-Es inútil, querido Lucien. Yo no puedo respirar en este ambiente. ¡Aquí no hay más que murmuraciones y calumnias!
-Creo que exageras. ¡Calumniar en el teatro! ¿Cuándo? ¿Quién? ¿A quién?
-¡Siempre! ¡Todos! ¡A todos!
-Vamos, vamos -insiste, bondadoso, el actor- no digas simplezas. En teatro se inventa contra cualquier compañero una calumnia, y hace ya lo menos dos años que es verdad.
2 comentarios:
¿Sólo en el teatro?. Para sacar los colores a los demás, excepto excepciones que lo confirman, no suele ser necesario mentir.
No no, solo es necesario decir verdades como puños!
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